Consejería Pastoral

Si tienes algún problema personal, de pareja, o familiar, y necesitas ayuda; si te sientes solo/a, y necesitas que alguien te oiga, ponte en contacto con nosotros.

Un aspecto de la imagen de Dios insertada en el hombre, es la capacidad de efectuar decisiones morales, lo que llamamos (libre albedrío). El hombre puede escoger el bien o el mal, obedecer o desobedecer a su Hacedor. Ese fue el más grande de los regalos que Dios le concediera al hombre, el no ser un autómata. No obstante nuestras decisiones siempre tienen consecuencias. A veces buenas y a veces malas. Asumir esa responsabilidad en la toma de nuestras decisiones es fundamental para el mantenimiento del equilibrio emocional, psíquico y espiritual.

El hombre no es un descendiente de los dioses como en el caso de ciertas mitologías paganas. Tampoco es el producto de las fuerzas ciegas del universo o de la naturaleza. El hombre es criatura de Dios. Diseñado por Él, partiendo de dos elementos diversos: su cuerpo es de la tierra, pero animado por el soplo divino de la vida. No obstante, la Biblia no presenta al hombre como una dicotomía de cuerpo y alma (una postura humanísta enfatizada hoy), ni tampoco como una tricotomía, sino como un ser. Único, y multifacético, 1Tesalonicenses 5.23.

Dios nos creó. ¿Quién mejor que Él para darnos un análisis claro y objetivo de nuestra situación y de cómo mejorarla? Él te conoce mejor que tú mismo. Te ama y tiene un proyecto que le gustaría que realizarais juntos. Tú y Él.

 Estoy convencido de que aunque no existiera redención final, las pautas que encontramos en la Biblia son necesarias para que las personas vivamos equilibradamente y encontremos propósito y sentido a nuestras vidas. Lo creo porque me lo han dado a mí.

Te atenderemos por éste medio, por teléfono, o en persona, si estás en la ciudad. Pide cita. Ponte en contacto con nosotros. Llevamos más de cuarenta años de experiencia en la consejería y trataremos de atenderte, con la ayuda de Dios y con absoluta discreción. A demás, no te cobramos nada.