Capellanía de prisiones

Capellanía de prisiones

Desde 01 de abril del 2016 La Iglesia Cristiana Berea de Fuerteventura, por medio de su brazo social la Asociación Asistencial El Refugio Majorero, tiene un convenio de colaboración con la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, en virtud del cual, conforme a las leyes vigentes, las personas que son sentenciadas al cumplimiento de penas de trabajo en beneficio de la comunidad, pueden escoger realizarlas en nuestras instalaciones sociales. Desde entonces, son muchas las personas que han pasado por nuestra obra social.

Además de este servicio, nuestros pastores, como capellanes reconocidos y autorizados, realizan con regularidad una labor en beneficio de los internos en el Centro Penitenciario de Lanzarote.

Contamos con un proyecto para el sostenimiento anímico y espiritual del interno con diferentes talleres encaminados a la ayuda integral de los mismos.

La pérdida de la libertad produce en el interno un desánimo que puede derivar con facilidad en problemas de convivencia dentro del centro penitenciario.

Depresión, desinterés, abandono, violencia, etc. Todas estas reacciones tienen a su vez sus propias consecuencias que pueden llegar al enfrentamiento entre internos pudiendo acabar en violencia, y en los casos más extremos al suicidio.

 

Sin duda, hablamos de situaciones límites que se dan en pocos casos, pero que hay que evitar a toda costa.

Contribuir al sostenimiento anímico y espiritual del interno evitará que se llegue a tales extremos.

Nuestro trabajo pretende ayudar al interno a superar sus emociones negativas derivadas de la falta de libertad, y aprender a manejarlas, por medio de terapias individuales o grupales en las que les damos herramientas para aprender a tratar con la ansiedad, la frustración y la falta de esperanzas. Tales herramientas son principios bíblicos que facilitan el acercamiento del interno a la esfera espiritual.

 

Capellanía de prisiones 02

A partir de ahí, los internos cambian su modo de ver y entender la vida y las circunstancias en las que se encuentran.

La experiencia de nuestros pastores, algunos con más de cuarenta años de estudio del comportamiento humano bajo diferentes situaciones, garantizan los buenos resultados de nuestro trabajo.

Realizamos también un taller encaminado a mejorar sus patrones de conducta, y que tiene como objetivo ayudar al interno a descubrir y comprender el porqué de sus reacciones. Cuáles son los mecanismos que actúan en su interior y aprender a manejarlos de la manera adecuada.

El mero hecho de hablar y reflexionar sobre estas cuestiones, siempre a la luz de la palabra de Dios, ha demostrado ser una muy buena herramienta para ayudar a los internos a examinar, evaluar, aprender y valorar sus acciones y las consecuencias de las mismas; ayudándolos a evitar aquellas reacciones que pueden ocasionarles un empeoramiento de su situación actual.

¿Quién soy?

¿Qué hago aquí?

¿Por qué?

¿Qué puedo hacer?

¿Cómo mejorar mi situación?

Esto ha demostrado ser un catalizador de la conducta que mejora notablemente el bienestar personal del interno y, por consiguiente, sus relaciones con sus semejantes, transformando de ese modo el ambiente del módulo en general. Incluso mejora la relación con aquellos internos que no asisten a nuestros talleres, pues, aquellos que sí lo hacen, acaban aprendiendo a evitar los conflictos con los demás.

Gran parte de los problemas de ansiedad de los internos están relacionados de algún modo con sus relaciones familiares. Los errores cometidos, la reincidencia en los mismos, las promesas rotas una y otra vez, el cansancio de la familia, todo esto acaba afectando las relaciones familiares del interno, y con razón.

Ayudarlos a descubrir cuál es el origen de sus principales problemas con la familia, ayudarlos a la comprensión y a aprender a tratar con su situación actual, la falta de voluntad, de arrepentimiento genuino; reconocer los errores propios y cómo evitarlos; ejercitar la paciencia y las buenas actitudes, mejora considerablemente sus relaciones familiares, renovando sus esperanzas y produciendo, de ese modo, un cambio sustancial y beneficioso en los internos y sus familias.

Por último, ayudamos a los internos a asumir sus responsabilidades reconociendo que ellos mismos y no las circunstancias son las que determinan su situación. Les enseñamos que son libres de tomar las decisiones que consideren oportunas, pero no para escoger las consecuencias de dichas decisiones, porque cada decisión lleva aparejada sus propias consecuencias. Razón por la cual deben pensar muy bien en las consecuencias antes y no después de tomar las decisiones.

A lo largo de todo el proceso, proveemos a los internos de Biblias, y material de estudio a fin de ayudarlos al crecimiento espiritual de modo que puedan continuar trabajando por sí solos cuando no estamos en el Centro con ellos.

De este modo, realizamos la evangelización, discipulado, enseñanza, consejería pastoral y seguimiento de aquellos internos que lo solicitan, dentro y fuera del Centro Penitenciario, una vez concluida su estancia en el mismo.